
El neoliberalismo tiene entre sus
principales características, quizá la más descarada después de comercializar
con la vida misma, una temible tendencia a restringir cada vez más los empleos
permanentes y la seguridad laboral. De esta manera, sectores como el informal
se transforman en la ruta más práctica, no sólo para compensar el creciente
desempleo, sino, a la vez, para obstruir los esfuerzos de los trabajadores a
resistir este tipo de política y a forzarlos a buscar soluciones individuales. Como
resultado de las estrategias aplicadas por los estados neoliberales como el
nuestro, las bases sociales y económicas se debilitan considerablemente.
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