El uso estático del argumento
histórico por parte del equipo chileno, presume que el “espíritu”,
tradicionalmente utilizado en los ordenamientos nacionales, informa la
“naturaleza” de la institución jurídica sobre la que recaen sus argumentos. Es
decir, se pretende hacer creer a los Jueces de la Haya que, ante una duda acerca
de la validez de su argumento limítrofe del 52, los jueces deben dar solución
alegando que esta es la forma en que tradicionalmente se ha entendido la
regulación sobre esa materia.
Comparto las tesis de Bundy
cuando sostiene que Chile “ha sido incapaz de señalar en ninguna legislación
que un paralelo de latitud es la frontera”.