ERROR Y FALSEDAD

Hay tanto que decir que no sé por dónde empezar. Por lo pronto, reconocer los errores te hace humano, y como humano eso hare.

Recuerdo que antes de ti no había nada dulce en mi vida, todo era casi vano y deprimente, no me gustaba mucho sonreír pese a que sonreía a carcajadas y con frecuencia, predicaba internamente la Filosofía del payaso. Esto paso, se fue cuando encontré tu sonrisa. Cuando te conocí, deje atrás mi pesar, el pesar de algunos traspiés que había cometido, sigo cometiendo (ya lo gozaste), y seguiré cometiéndolos siempre. Soy humano. El humano por condición natural es imperfecto, la imperfección hace caer en error, de los errores uno gana experiencia, la experiencia es el nombre que le ponemos a nuestros errores, ya que un error cometido tiene que ser  corregido y superado, al corregirse y superarse, no se vuelve a cometer, entonces decimos: “tenemos experiencia”. La experiencia es una forma de conocimiento que uno adquiere con habilidad nacidos de la observación, de la vivencia; es decir, proveniente de las cosas que suceden en la vida. Yo no tengo muchos años, no los suficientes como para poder saber todo, menos cuando no he pasado por múltiples relaciones amorosas como para adquirir destreza en cuestiones del corazón. Esto me hace muy imperfecto y propenso a caer en error. Errores como el que cometí contigo. Errores que voy a corregir y superar para no volverlos a cometer.

Lo que no suponía con tu llegada era que la presencia de tus días en mis días alegraría mi vida. Tu llegada mató gran parte de las tristezas que tenía. Por esa razón, después de que te bese, después de que te abrace y acaricie, me comprometí a quererte. A quererte siempre. No fue falso, no fueron falsas mis palabras.  Las palabras falsas se utilizan para simular un comportamiento, para simular una verdad. Mi verdad era completa, mi verdad no era falacia, porque cuando te besaba me sentía bien, y tú sentías lo mismo; disfrutaba el sabor de tu boca, disfrutaba del viento que recorre tus pulmones para luego a través de los dos hilos de tu respiración se pose en mi rostro junto al exquisito sabor de tus labios. ¿Recuerdas cuando te obligue a rosearte los labios con dulce de chupetín? En ese momento mi comportar era real, mi sentir no era de engaño, mi sentir no quería engañarte, mi sentir era verdad, era existente (es existente), no era fantasía, era palpable, tan palpable como tus labios, como tus besos (me gusta besarte), como tus mejillas (me gusta acariciártelas) como tus oídos (me gusta jugar con tus oídos), como tus rulos (me encantan tus rulos). Me gustas toda tu pequeño amor. Toda tú mi vida.

Concluyo Renatta que, no fue falso todo, ni mentira lo poquito que viví contigo. Me es fácil notarlo, ya que mientras escribo cierro los ojos e intento recordar tus labios, los mismos que más de cien beses me besaron al punto de penetrarme el sabor en el corazón. No lo olvido. Solo caí en el error.

¿Recuerdas a Arjona? El que dice que tú con los números y yo con la filosofía. También comenta: “aceptarte y que me aceptes como humano”. Si lees arriba no habrá necesidad que te argumente mi condición de humano imperfecto propenso al error eternamente.

Amor, como siempre,  varias líneas escritas y repasando encuentro que lo que escribí es muy teórico, pero por ser teórico no deja de ser sincero.

Debo dejar de leer libros de epistemología - filosofía, y buscar libros de amor, de amor cursi, de esos que me enseñen que él, el amor, es un ingrato que te eleva por un rato y te desploma porque si (Arjona); que me enseñe a no dejar a mi antagónico sexual (varón - mujer). Que me incruste en la cabezota que buscar a quien se falla no es doblegarse, sino, declararse humano y amante de la humanidad. Amante de ti.

Dejaré la teoría y buscare mas adentro de lo que yo soy, de lo que soy por ti. Un cursi sin remedio.

Mi Rulos, si por cada poema escrito de mi inspiración, me permitiesen ver tus ojos, y sentir un abrazo tuyo, escribiría, por la noche, por el día, y nunca, nunca terminaría. Los sentimientos que hoy me embargan, son por tu no presencia. Espero verte ya pronto, y no hacer ya más larga mi espera. Estoy molesto, pero conmigo mismo, mi corazón está sufriendo por mi culpa.

Los días que no te he visto, me la he pasado mirando tus fotos, revise una que subiste, una donde sales con tus amigas, me gusto. Te ves muy linda. No te me botes ok. Ya!, te lo permito, ¡botatee…!

Me despido bebita entendiendo que, si vivo a prisa perderé la oportunidad de disfrutar momentos mágicos, si vivo lentamente perderé experiencias que van más a prisa que yo, sin embargo, mi ser imperfecto, tiene la posibilidad de elegir el ritmo que llevara a tu lado; avanzando, retrocediendo, pausando, y viviré agradecido de la vida por tenerme a junto a ti, gozaré de ella con sus problemas, que pueden ser oportunidades, con sus oportunidades que pueden ser problemas, sin embargo, mi corazón lleno de magia y amor para ti estará ahí para superarlo.

Ah, mi no sé dónde ya no me gusta, ya no te encuentro, déjame verte por favor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario