Es
hora de empezar a extrañarte sin antes haber aprovechado el tenerte… o
tenernos.
Ahora
que faltan besos y sobran arrepentimientos, cualquier beso sumaría, incluso los
despreciados, los negados, los mal dados,
o los abandonados en las paradas de los buses y todos los que no me
diste por estar apurada… o enojada.
Desde
hoy y nuevamente, te extrañaré al caer la noche y al salir el sol, incluso te
extrañaré cuando respire y cuando suspire... Te extrañaré y, tal vez, lloraré.
Extrañaré dibujar corazones en tu espalda. Extrañaré ir por la calle apretado de tu mano señalando el cielo para ver las estrellas. Extrañaré tu olor J el que dejas en el viento de mi recuerdo.
Te extrañaré por gusto porque hasta sin necesidad, siempre sentiré placer por tener tu compañía como recuerdo.
Te extrañaré a cada milésima de segundo.
Te extrañaré para sentirme completo, para sentirme bien mientras regresas.
Te extrañaré veinte días… Te extrañaré para que tristeza y realidad, me hagan quererte sin querer quererte, más.
