Déjalo así ─me dije a mi mismo─.
¿Pero cómo lo hago? ¿Cómo puedo lograrlo? ¡No puedo!, lo intento, pero, ¡no
puedo! Mi propio miedo me arrincona, quiero superarlo, pero tengo miedo.
Yo soy mi destino, solo yo puedo
liberarme y a la misma vez atarme...