TODO CAMBIARÁ

Señora, señor, cómprame un chocolate…

Soy una niña que de sol a sol trabaja cada día de su vida.
Sé que tengo derechos, pero, cuando tu mano dura, golpea
mi pequeño cuerpo; me lastimas.

Mis días son tristes.
Sonrío sin saber por qué sonrío.
La ceguera de la gente y la hipocresía del Estado,
no hacen más que privarme de mis juegos.

Pero un día todo cambiará, cambiará nuestro destino.
¡Sí, el tuyo y el mío! … El nuestro…
Nuestro destino; éste será como lo deseamos tanto:
Sensato, en el que la explotación no sea el destino de los niños.

……………..

Han pasado 20 años, he crecido; ahora todo es distinto.
Ya por los niños, no se entristece mi pecho.
Ahora tienen más derechos;
ya los niños no lloran por un techo.

Nace bajo el cielo peruano la esperanza.
El pobre niño para aprender y jugar,
va todos los días a la escuela.

Ahora duermo y cuando duermo sueño.
Sueño y despierto cantando y cantando
soy estimada, amada…
valorada… respetada.

¡VIVAN LOS NIÑOS!
Cajamarca 24 de Mayo de 2014