Pocas
son las veces en que la policía se subleva contra del Estado. Tal vez sea un sueño, pero
imagino que hoy los polis dejarán sus armas y abrazarán a sus hermanos del
campo. Cambiar balas y sangre por abrazos. El principio de subordinación no es
más grande que el principio de paz y de justicia. Conga no va.