Orgullosamente hombre vivo en este país
donde es una infamia y un insulto a la machonería peruana regalar una rosa o
escribir un verso cuando más fácil es golpear o matar, donde agredir es la opción
de camino al amor más rápida y preferible antes que decir cosas lindas o sacar
a pasear y comer; este país que tiene mucho de siniestro y pérfido como cara
trasera a la evolución económica, este país,
país de mierda, donde se ha vuelto casi irreal amar y apreciar a la mujer,
donde tu mano de demonio golpea con brutalidad la cara a quien se le prometió
amor o de la que nos vio nacer o de la que hicimos nacer, este
país subdesarrollado tiene de carretera lo infame y vil como visión de
perfeccionamiento. Así lo proyecta Beto Ortiz, así lo dice la prensa, así lo gritó mientras
la mataban Ruth Thalia.
-Papá por qué la golpeas -Cállate
mocosa de mierda -No me castigues más.
-Martín no me grites -Eres una perra, no me mires y cállate
que yo te amo así.
Maltrato no es castigo ni amor,
maltrato femenino es caca varonil vapuleada a falta de cojones para enamorar,
para respetar y amar.