La
"creatividad" peruana no tiene límites. Ahora un sicario será el
protagonista estelar de una nueva y “exitosa” miniserie peruana. ¡Y seguro de
exportación! ¿Dónde estamos? Esto ya parece de ficción.
Van
a "elogiar" públicamente a un personaje cuyos actos han puesto en
evidencia la debilidad de la seguridad interna del país. Actos que, según las
acusaciones fiscales, han tenido como consecuencia la muerte de seres humanos,
y aunque los productores de la miniserie han manifestado que buscan prevenir
que futuros adolescentes se liguen a la delincuencia, las interpretaciones
humanas de las realidades o ficciones son diferentes.
La
relación causa-efecto, estímulo-respuesta entre la televisión y el
infanto-juvenil, puede ser, o bien
negativa o bien positiva. Puede tener efectos e influencias positivas como la
de hacer a los niños y jóvenes más abiertos y tolerantes, pero su efecto
negativo, a estas alturas, con los índices de delincuencia juvenil, puede
perjudicar hondamente a los adolescentes o niños que observan programas como
“Gringo Calixo” ─nombre de la miniserie─. En cualquiera de los casos, con buena
o mala intención, los productores están concurriendo en un ilícito penal.
Hacer
apología de delitos es hacer actividades en las cuales los actos delictivos son
promocionados como “actos heroicos” de personas que tienen una vida digna y
feliz o que por circunstancias, cualesquiera, no la tuvieron, pero que en la
comisión de sus actos delictivos son “héroes valientes”, un ejemplo que no hay
que seguir pero que, según la interpretación humana, se puede seguir.
Según
el art. 316 del Código Penal expresa que, y cito: "El que públicamente
hace la apología de un delito o de la persona que haya sido condenada como su
autor o partícipe, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de
uno ni mayor de cuatro años"... Gringasho está recluido, tiene un proceso
abierto por diferentes delitos [extorsión, asesinato, robo, pandillaje…] y,
ensalzar su vida como un mal o buen ejemplo es, con o sin dolo, un delito.
Y
no es que la culpa total de la violencia juvenil o la delincuencia en general
sean de la Tv, existen factores sustantivos en nuestra sociedad que generan más
actividad delincuencial todavía. Familias disfuncionales, falta de empleo,
falta de acercamiento del Estado para con la población, oportunidades en
educación, acceso a la justicia… pero no se debe negar, menos minimizar u
olvidarse que últimamente nuestra televisión está creando programas chatarra
que generan obesidad cultural.
Lea el artículo en el Diario EL Tiempo: http://www.diarioeltiempo.pe/gringasho-a-la-television/