Sin necesidad de haber ingresado a un régimen dictatorial, el Perú ha vuelto a salir a la palestra como uno de los países Latinoamericanos que tienen los más altos grados de desigualdad y por lo tanto de injusticia.

Golpean en Cañaris, golpearon y asesinaron en Espinar, Bambamarca y Celendín en la Región Cajamarca y nadie asumió responsabilidad alguna.