[A mi madre, en
el cielo, la mejor revolucionaria de mi historia, le escribí anoche con el
corazón en la lengua]Si las mujeres no participaran del movimiento social el movimiento no conseguiría lo que hasta hoy ha conseguido.
A todas aquellas
que la historia escribió su historia y a las otras desconocidas gigantes que no
hay libro que las aguante.
A la mujer palestina de a pie, a las presas políticas de ese país que luchan por su libertad.
A la mujer mapuche que dentro de su identidad tiene que buscar su identidad a costa de sangre.
A la mujer
argentina que lucha en la 31 y en las demás villas miseria para que no le maten
el hijo de hambre o a bala o de hambre y con bala; su vida marcada por
conectivos lingüísticos.
A la mujer
brasileña que no menea el cucu al son de la
samba, pero que menea bien las manos para lavar en las favelas
montonales de ropa ensangrentada que los narcos “socialistas” le almacenan.
Pero sobre todo, pero no más ni menos importante, a la mujer que lucha cargando su fruto en la espalda ─aunque algunos “moralistas” les parezca inhumano─ por la defensa del ambiente, del agua y el futuro de su generación a más de 4,000 msnm., exponiéndose a la arbitrariedad de un estado que cuál IVÁN “EL IMBÉCIL” de Tolstoi, se empeña sin necesidad en venderse al mejor postor internacional.
Así como a Juana de arco, la mujer cajamarquina lucha desde todos los puntos de la región, aunque segura que en el camino puede por hacerlo perder la vida. Aun así y sin miedo se arriesga; es más poderoso el amor a lo suyo y a los suyos, que la obediencia y sumisión a quien no tiene legitimidad para ordenar.
Sabe claramente, en su noble ignorancia literata que, como a Juana de arco o “Juana la loca”, el estado la fulminara de la mano de otros estados y tal vez la iglesia confabulará para derramar su sangre “revoltosa” en el ichu. Pero luego, la misma historia que la llama hoy rebelde, terrorista, antiprogreso, con el paso del tiempo la convertirá en Heroína y Santa, Símbolo de La Revolución Peruana que se viene y emblema de la Cristiandad.
Sin más, Jóvenes por la Democracia y el Círculo de Estudios Jurídicos Lex Iure, les deseamos a todas las damitas que gocen un feliz y eterno día de la mujer consecuente y luchadora, apasionada y entregada, amorosa y fascinante, defensora de los derechos Humanos de sus hermanos humanos; REVOLUCIONARIA Y NO SIRVIENTE.
[La mujer ha enseñado a la raza masculina que: "La sangre de veras sucia no es la sangre de la menstruación sino la sangre de las guerras, [de la imposición, de la arbitrariedad que genera muertes vanas]".
FELIZ DÍA DE LA
FEMEINIDAD PERUANA
