En marzo del presente año,
lograda su inscripción como partido político, Tierra y Libertad hizo un llamado
público a la construcción de un Frente Amplio por la Justicia Social, la
Democracia Plurinacional y el Buen Vivir, que a nuestro juicio debe incluir a
organizaciones sociales, colectivos, ciudadanos y ciudadanas y a partidos
políticos.
Tanto antes como después, hemos
desarrollado acciones unitarias con diversos partidos, organizaciones sociales
y colectivos, en torno a impedir el retorno por vía electoral de la mafia
fujimorista, las luchas en defensa del agua y la democracia, a la solidaridad
con Cajamarca y Espinar, en defensa de la gestión municipal de Lima y en otros
ámbitos de la vida política y los movimientos sociales. Hemos participado con
iniciativa y compromiso en espacios de coordinación y diálogo con otras 5
agrupaciones políticas (Ciudadanos por el Cambio, Fuerza Social, Partido
Comunista, Partido Comunista del Perú, Partido Socialista), a quienes hemos
hecho llegar propuestas de un Plan de Gobierno del Frente Amplio– ante la que se
han hecho llegar aportes pero no hemos encontrado mayores objeciones a la fecha
- y de una Propuesta de Organización del Frente Amplio, y con diversas
organizaciones sociales y colectivos políticos.
Sin embargo, aunque hemos hecho de su conocimiento que ponemos nuestra inscripción electoral al servicio de lograr la unidad de un Frente Amplio, vemos aún que no hay una apuesta decidida y clara para tal propósito y que -por el contrario- ya se está apostando por conseguir nuevas inscripciones, decisión que por cierto respetamos pero consideramos aplaza y distrae del deber ético popular de construir el Frente Amplio.
En este sentido, les dirigimos
esta carta ratificando nuestro compromiso libertario para avanzar con firmeza,
rapidez y sin dobles discursos hacia la necesaria unidad en un Frente Amplio,
para lo cual consideramos que es preciso plantear con claridad nuestros puntos
de vista respecto de las orientaciones con las que debemos afrontar esta tarea.
Pensamos que debemos enfrentar
esta tarea ahora mismo y no cuando aprietan los calendarios electorales, ya que
la experiencia nos muestra que en esos casos los procesos de unidad fracasan
por falta de acuerdos no en torno a la visión de desarrollo del país o de
planes de gobierno, sino por cuoteo y repartija de cargos sin que haya habido
tiempo suficiente para crear los acuerdos y los mecanismos democráticos que
permitan elecciones internas amplias, limpias y legitimadas por una unidad que
se construye en la acción.
La apuesta de Tierra y Libertad
es porque el Frente Amplio no sea solamente de partidos, sino también de
organizaciones sociales, movimientos locales y regionales, colectivos y sobre
todo de los ciudadanos y ciudadanas con una trayectoria social o política
reconocida, comprometidos-as con una orientación programática consensuada de
ruptura con el actual modelo de acumulación extractivista y neoliberal,
resumida en una propuesta de Plan de Gobierno para transformar en democracia
nuestro país. A esta unidad nos convocamos todas las fuerzas democráticas,
constructoras, transformadores, emprendedoras y creadores que queremos un nuevo
Perú, Solamente no caben en ella quienes tengan las manos manchadas de
corrupción y / o de sangre, o quienes reducen la patria a un simple mercado
donde está en venta todo, desde sus recursos, hasta su dignidad.
Por ello, proponemos que ese
Frente Amplio tenga un funcionamiento y una construcción democrática, donde no
sea una cúpula de representantes de partidos quienes decidan, sino que sea el
ejercicio de la democracia desde las bases la que prime en todo el proceso,
incluyendo la formulación e implementación conjunta de las orientaciones
políticas así como la elección de sus dirigentes y candidatos, debiendo
asegurarnos que las elecciones del 2014 y 2016 nuestra participación sea
unitaria en los distintos distritos, provincias y regiones.
Como es imperativo, la decisión
política democrática del Frente que debiéramos construir debe abarcar el
conjunto de aspectos de la acción política, partiendo de nuestro apoyo y
compromiso con las luchas de los movimientos sociales, las organizaciones
gremiales, la gestión de todos los espacios de gobierno a nivel regional,
municipal y parlamentario, así como de cara a la futura participación electoral
en la cual tenemos la enorme responsabilidad ético política de junto a nuestros
pueblos alcanzar una victoria electoral que nos permita ser buen gobierno en lo
económico, político, ecológico y social.
Ratificamos el compromiso de
Tierra y Libertad de poner todos nuestros esfuerzos y recursos, incluyendo la
inscripción electoral, al servicio de la construcción de ese Frente,
sometiéndonos a las decisiones que en el mismo se tomen de manera democrática y
transparente.
Proponemos que el proceso
democrático de construcción del Frente Amplio se inicie sin más dilaciones. Que
las organizaciones sociales, gremiales y de los pueblos originarios, así como
partidarias que se sientan convocadas empiecen a discutir seriamente en sus
bases la construcción de este Frente Amplio y que se adopten acuerdos para
diseñar las formas de organización que deberemos adoptar de manera que en un
plazo suficiente para una preparación seria y convocante se organice un primer
Evento Nacional multitudinario de bases del Frente, donde se decidirá el plan
de acción política que asuma de manera unitaria la lucha por una propuesta
política alternativa al continuismo neoliberal antidemocrático, y depredador de
nuestros recursos naturales y socialmente injusto. Así como el fortalecimiento
del Frente, en sus aspectos organizativo, comunicacional, formativo Y de apoyo
a las gestiones de gobierno que tenemos responsabilidad de conducir.
Como parte de ese proceso,
anunciamos nuestra decisión de proponer a nuestro próximo Congreso Nacional
Ordinario convocado para el 30 de noviembre, la autorización para decidir
juntos (todos aquellos que estamos dispuestos a construir este Frente Amplio)
un nombre con el cual todos podamos sentirnos identificados para nuestra
participación electoral y una forma democrática de conducción de este
colectivo, que nos de a todos la seguridad de que estamos dando pasos firmes en
el camino de la unidad. De esta manera, podemos todos y todas concentrar
nuestras energías en la construcción de la unidad social, política y electoral
antes que en afirmar los perfiles propios, lo que resulta inevitable si se
compite por firmas en las calles, plazas y campos del país.
Desde Tierra y Libertad creemos
que hay necesidad de fortalecer las experiencias unitarias de lucha en respaldo
y acompañamiento a los movimientos sociales que se vienen desplegando con
fuerza en todo el país, deslindando también claramente con el violentismo
enmascarado, que hoy pretende regresar con el MOVADEF, así como con toda forma
de sectarismo y el oportunismo políticos que fragmentan la construcción de un
amplio proceso unitario.
Reconociendo errores, valorando
lo mejor de la tradición de nuestras prácticas políticas, renovando estilos y
liderazgos, aprendiendo de las lecciones que llevaron antes al colapso de la
construcción de un Frente Amplio de las fuerzas sociales y políticas de
izquierda democrática y progresistas, no perdamos la oportunidad histórica de
responder a las esperanzas de cambio que tienen nuestros pueblos.
Que la falta de responsabilidad y
de generosidad no nos lleve una vez más a ser cómplices de las traiciones y
frustraciones que tengan que seguir soportando injustamente nuestros pueblos.
El Perú ha despertado, el ejercicio de la ciudadanía y el reclamo de más
democracia con cuidado de la Madre Tierra nos convoca en esta hora, no
desperdiciemos el tiempo oportuno.
Fraternalmente,
Marco Arana Zegarra
Coordinador Nacional de la
Comisión Política Nacional de Tierra y Libertad