Hoy
se demostró que el Perú no tiene la capacidad de defender su posición frente
a los magistrados de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Tiene
pésimos defensores, dos teorías del caso en el que los dos representantes del Estado
debatieron. Fue tan evidente lo mal que quedaron que hasta el Juez Eduardo Vio Grossi tuvo que aclárales a los
representantes de nuestro país que el Estado ante la Corte, es uno sólo.
También Gloria Cano de APRODEH tuvo que explicarles a los jueces, a pedido de ellos,
que significaba el término “caviar”, utilizado en varias oportunidades por Villa Stein para definir o identificar a los
defensores de DDHH en el país.
Hace
unos minutos Rosa María Palacios dijo: “lo que se nos enseña en los primeros años de la carrera de derecho es,
mantener el respeto por los jueces cuando se está en un proceso”, a ello le
agrego personalmente que, mantener la calma, el justo, razonable y alturado
debate es sustantivo como haberse aprendido el ABC jurídico nacional para
representarnos en estos casos.
Finalmente,
la CIDH estimó pertinente que haya coherencia entre lo que argumenta el Ejecutivo
y lo que propone el Judicial, representantes ambos de cada cuerpo publico que hoy,
hicieron gala de contradicciones.
La
sentencia Villa Stein fue un papelón, la representación, hoy, fue otro.
¡Los
peruanos merecemos una mejor defensa!