Hoy se cumple, y algunos celebran ─como
si se debiera celebrar con más entusiasmo el nombre de un genocida a la vida de
una olvidada victima de su psicopatía ideológica─, la captura del principal actor
de la violencia subversiva en nuestro país. Abimael Guzmán, un ex catedrático
de filosofía, oriundo de Islay en Arequipa, sembrador e iniciador del terror
desde los años 1980 al 2012[1] es mas recordado hoy por su captura ─sin desmerecer
el trabajo de la GEIN─ que por su actuar violento. La sazón política, inescrupulosa
cuando de ganar adherentes se trata, enarbolan un logro y olvidan un vejamen. Es
más fácil hacerlo, es más lucrativo políticamente.
Los chinos se atribuyen el logro de
la captura de Abidmael, y olvidan a quienes lo hicieron a espaldas del régimen dictatorial,
el cual amenazaba sabotear su estrategia de captura, más destituir, y si era
posible desaparecer, las piedras del zapato del chino que se incomodaba que
las cosas no salieran como debían, para él, salir.
De haberse enterado, el Perú aun
tendría, so pretexto del terrorismo, a un gobernante que justificaba los medios
que lo llevaran a conseguir su fin.
- [1] 2012 y no 1992 por la razón de que las huestes senderistas en el Vrae, los hermanos Quispe Palomino ─aun negando su ligazón con Gonzalo, mantienen sus políticas de destrucción─, el Movadef que tiene entre sus principales pensamientos el “Gonzalismo”, entonces, afirmo que lo que se origino en el 92, ahora en el 2012, no a fenecido; por tanto, Gonzalo sigue libre.