LA UTOPIA PENAL DE HUMALA II

A juzgar del Derecho Penal en nuestro país, es de conocimiento interno que el “uso legítimo de violencia” para combatir el delito trae consigo, dentro del sistema, gran cantidad de violencia ilegitima ejercida por diversas esferas del Ejecutivo y Judicial. En tal sentido, el discurso del mandatario Ollanta Humala, sobre la detención de Gringasho, es  un alegato que se encuentra muy alejado de la práctica penal y más aún de la realidad social por carecer de sustento empírico fundamentado, ya que no existe pena que tenga índices óptimos de efecto preventivo en la población nacional; es más, el incremento de sanciones e incorporación de penas draconianas impulsa el factor criminógeno en los delincuentes.

Los defensores de los derechos humanos no pueden aceptar la falta de control jurisdiccional sobre la violencia extrajudicial, ni las dos en yuxtaposición.
¡HUMALA TU DISCURSO NO VA!